martes, 20 de noviembre de 2012

diagnostico clinico


Diagnóstico clínico


Todas las categorías diagnósticas incluidas en el concepto de Trastorno Mental Grave pueden tener tanto síntomas psicóticos: positivos (delirios, alucinaciones…) y negativos (apatía,aplanamiento afectivo)

Incluye las siguientes categorías diagnósticas de la Clasificación Internacional de
Enfermedades CIE-10 (OMS, 1992):

ESQUIZOFRENIA Y OTROS TRASTORNOS PSICÓTICOS
•Trastornos esquizofrénicos (F20.x)
•Trastorno esquizotípico (F21)
•Trastornos delirantes persistentes (F22)
•Trastornos delirantes inducidos (F24)
•Trastornos esquizoafectivos (F25)
•Otros trastornos psicóticos no orgánicos (F28 y F29)

TRASTORNOS DEL ESTADO DEL ÁNIMO. TRASTORNOS DEPRESIVOS
•Trastorno bipolar (F31.x)
•Episodio depresivo grave con síntomas psicóticos (F32.3)
•Trastornos depresivos graves recurrentes (F33)

TRASTORNOS DE ANSIEDAD
•Trastorno obsesivo compulsivo (F42)
.

2.1.1. Esquizofrenia.
Enfermedad mental caracterizada por la  presencia de síntomas positivos (ideas delirantes, alucinaciones, conducta extravagante) y síntomas deficitarios o negativos (problemas cognitivos, aislamiento social, apatía y desinterés, aplanamiento afectivo).
Su inicio se da mas en la edad joven, sigue un curso cronico y se van dando los episodios de crisis. se conserva la claridad de la conciencia y la capacidad intelectual, pero con el tiempo de puede ir deteriorando estas capacidades.

2.1.2 Trastorno esquizotípico.
Se trata de un trastorno caracterizado por un comportamiento excéntrico y por anomalías del pensamiento y la afectividad que se asemejan a la de la esquizofrenia. Tiene un curso crónico con fluctuaciones de intensidad y ocasionalmente puede evolucionar hacia una esquizofrenia clara.

2.1.3. Trastornos Delirantes.
Presencia de ideas delirantes, generalmente crónicas (ideas de perjuicio y persecución, místicas y religiosas, etc.). Las personas afectadas pueden mantener un buen funcionamiento en los aspectos de la vida no relacionados con la temática delirante, aunque a menudo la extensión de la misma y su repercusión conductual ocasionan interferencias en el funcionamiento social.

2.1.4. Trastornos esquizoafectivos.
Trastornos episódicos en los cuales tanto los síntomas afectivos como los esquizofrénicos son destacados y se presentan durante el mismo episodio de la enfermedad, de forma simultánea o al menos con pocos días de diferencia entre unos y otros.

2.1.5. Trastorno Bipolar.
Se caracteriza por episodios recurrentes de manía (euforia, desinhibición, conductas de riesgo) y depresión grave. Son frecuentes los síntomas psicóticos (pérdida del sentido de la realidad), especialmente durante las fases maniacas. La frecuencia y duración de las fases es muy variable en cada persona afectada.  
Algunas personas alcanzan períodos de estabilización y funcionamiento normal entre los episodios. En otros casos la frecuencia de las recaídas persistentes pueden interferir de forma importante con el funcionamiento del individuo.

2.1.6. Episodio depresivo grave con síntomas psicóticos.
Se presentan angustia y agitacion o un estado de inhibicion.
Puede darse una perdida de la estimacion de si mismo, sentimientos de inutilidad o culpa, existiendo un gran riesgo de que la persona se suicide en los casos mas graves.

Están presentes además ideas delirantes, alucinaciones o estupor depresivo.

2.1.7. Trastornos depresivos graves recurrentes.
Se caracteriza por la aparición de episodios repetidos de depresión, pero sin antecedentes de episodios aislados del cambio del estado de ánimo. En general el primer episodio se presenta más tarde que en el trastorno bipolar, por lo general el comienzo es en la quinta década de vida. Los episodios suelen tener una duración media de seis meses.

2.1.8. Trastorno obsesivo compulsivo.
La característica esencial de este trastorno es la presencia de pensamientos obsesivos o actos compulsivos recurrentes. Los actos o rituales compulsivos son formas de conductas estereotipadas que se repiten una y otra vez, sin que sean placenteros por si mismo ni den lugar a actividades útiles. Estas personas a menudo tienen síntomas depresivos. Su comienzo se sitúa habitualmente en la infancia o al principio de vida adulta.

2.1.9. Otros.
Otras enfermedades psiquiátricas aparentemente de menor entidad pueden dar lugar a graves problemas de funcionamiento a situaciones de importante limitación. Entre ellas, los trastornos de la personalidad, la depresión cronificada, la agorafobia son los más significativos. Algunas personas con problemas de dependencia del alcohol y/o otras sustancias adictivas pueden sufrir graves problemas en su funcionamiento.

2.1.10. Trastorno Límite de la Personalidad.
Según el DSM-IV (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales), la característica esencial del trastorno límite de la personalidad es un patrón general de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la auto-imagen y la afectividad, y una notable impulsividad que comienza al principio de la edad adulta (adolescencia) y se da en diversos contextos.
Las personas con este trastorno pueden llegar a realizar frenéticos esfuerzos para evitar un abandono real o imaginario. Son muy sensibles a las circunstancias ambientales. Con frecuencia se sienten dependientes y hostiles, de ahí sus relaciones tumultuosas. Pueden depender mucho de las personas cercanas y demostrar tremendos enfados o rabia hacia estas en momentos de frustración. Tienen un bajo nivel de tolerancia a la frustración y gran dificultad para canalizarla de forma adecuada.  

2.2. Duración de la enfermedad como pauta de diagnóstico.
Se establece como criterio una evolución de 2 años o más, o deterioro progresivo y marcado en el funcionamiento en los últimos 6 meses (abandono de roles sociales y riesgo de cronificación), aunque remitan los síntomas.  
Los criterios del National Institute of Mental Health (NIMH) definen como alternativa al referido criterio los siguientes:
•Haber recibido tratamiento psiquiátrico más intensivo que el ambulatorio más de una vez a lo largo de la vida (hospitalizaciones repetidas)
•Haber recibido apoyo residencial continuo distinto a la hospitalización por un tiempo suficiente como para haber interrumpido significativamente la situación vital.
Se considera relevante también el siguiente criterio: No haber desarrollado relaciones sociales en un medio diferente al entorno familiar o instituciones en las que el individuo desarrolla su vida diaria: Centro de día, Centro de Rehabilitación Psicosocial (CRPS), Centro de Rehabilitación Laboral (CRL), etc.

2.3. Presencia de discapacidad y dependencia.
El grado de discapacidad o de dependencia generado por un trastorno mental no siempre tiene una correlación directa con el diagnóstico aplicado. A menudo las personas con enfermedad mental tardan tiempo en recibir un diagnóstico certero, tanto por la complejidad del proceso diagnóstico como por el estigma asociado a la enfermedad.
La Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad de las Naciones Unidas adopta un modelo social de la discapacidad, y entre ellos se describe la discapacidad como “un concepto que evoluciona y que resulta de la interacción entre las personas con deficiencias y las barreras debidas a la actitud y al entorno que evitan su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás”.
El grado de afectación de moderado a grave del funcionamiento personal, laboral, social y familiar, que da lugar a limitaciones funcionales en actividades importantes de la vida, incluye al menos dos de las siguientes situaciones de forma continua o intermitente:

•Desempleo, o empleo protegido o apoyado, habilidades claramente limitadas o historia laboral pobre.
•Necesidad de apoyo económico público para mantenerse fuera del hospital y es posible que precise apoyo para procurarse dicha ayuda.
•Dificultades para establecer o mantener sistemas de apoyo social personal.
•Necesidad de ayuda en habilidades de la vida diaria, como higiene, preparación de alimentos o gestión económica.
•Conducta social inapropiada que determina la intervención del Sistema de Salud Mental o del Sistema Judicial.
Tales esfuerzos de delimitación de la población que subyace bajo la denominación de “trastorno mental grave” no evitan una enorme heterogeneidad subyacente, que abarca desde personas con largos años de institucionalización, graves limitaciones funcionales, falta de soporte sociofamiliar y necesidades de cuidados centrados en aspectos básicos de autocuidados, protección y organización de la vida diaria, a los llamados nuevos crónicos, personas jóvenes, con problemas de abuso de tóxicos asociados, síntomas positivos persistentes, alteraciones de conducta, baja adherencia al tratamiento y múltiples reingresos. Entre ambos extremos, un amplio abanico con necesidades asistenciales muy diversas y cambiantes a lo largo del curso vital de la persona.

3. Aspectos funcionales de las personas con tmg.  
En el caso de las personas con TMG el deterioro o déficit que originan los síntomas se expresa en limitaciones de su actividad que afectan al autocuidado, las relaciones sociales y familiares, la organización de las actividades de la vida diaria, la actividad laboral, ocupacional y de ocio, etc., y que desembocan en discapacidad en la medida en que sitúan a la persona en desventaja.  
Las personas afectadas, especialmente las que carecen de soporte sociofamiliar, terminan por desubicarse, por vivir de hospitalización en hospitalización, en situaciones de grave precariedad económica y en la marginalidad, no tanto como consecuencia de sus síntomas o diagnóstico, sino de los déficit en el desempeño social, en la pérdida de habilidades de roles socialmente valiosos, y que son necesarios para desenvolverse de forma exitosa en la vida en la comunidad. Estas circunstancias, en muchos casos, pueden reconducirse con apoyos.  
Como características de la repercusión funcional más significativas cabe señalar: ƒLa repercusión funcional a menudo no es estable, sino oscilante, y muy dependiente de factores externos. Esto implica que las valoraciones de dicha discapacidad deben entenderse como un proceso flexible y continuado a lo largo del tiempo.

ƒLa discapacidad resultante puede depender no solo de las capacidades más o menos intactas de la persona afectada, sino de factores más sutiles y relacionados con la sintomatología negativa: la apatía, la abulia, la restricción de intereses, el aislamiento, suponen barreras al funcionamiento psicosocial imposibles de superar sin ayuda y soporte. Otras capacidades afectadas, por ejemplo las de tipo cognitivo, pueden ser difíciles de valorar y relacionar con el
funcionamiento sin una evaluación específica y pormenorizada.
ƒA diferencia de otros colectivos con discapacidad, algunas de las personas afectadas pueden no ser conscientes, total o parcialmente, del grado de sus dificultades y necesidades de ayuda. En ocasiones pueden mostrarse, de hecho, llamativamente despreocupados de las mismas, minimizarlas y negar la necesidad de ayuda. Puede ser frecuente que sobrevaloren sus capacidades de autocuidados, organización vital, seguimiento del tratamiento, etc., y que
muestren sólo una conciencia parcial de su enfermedad y necesidad de tratamiento.  

Desde la experiencia en la valoración se deben tener en cuenta una serie de aspectos
que se resumen a continuación:
•Los problemas de desempeño suelen deberse a dificultades en la comprensión y la iniciativa. Se ha constatado que tres cuartas partes de los problemas de desempeño se relacionan con la iniciativa  o compresión, siendo de menor relevancia los problemas de dependencia relacionados con problemas físicos
•Las personas con TMG tienen peor salud que la población general.  
•La mayor parte de los problemas de desempeño en las personas con TMG 8requieren supervisión
•Las actividades con mayores dificultades para ser valoradas suelen ser: lavarse, vestirse, mantenimiento de la salud, y tomar decisiones.
•Las actividades con mayor frecuencia de problemas de desempeño suelen ser: lavarse, otros cuidados corporales, mantenimiento de la salud, desplazamientos fuera del domicilio, tareas domésticas, y tomar decisiones.
•Las actividades con menor frecuencia de problemas de desempeño suelen ser: higiene personal relacionada con la micción y defecación y cambiar y mantener la posición del cuerpo
•Las dificultades que impone la escasa conciencia de estar enfermo que
caracteriza a las personas con TMG. Este aspecto se traduce en respuestas teñidas de fabulación, aquiescencia y producción de respuestas socialmente aceptadas.


manuales para diagnosticar trastornos mentales
la depresion es causada por diversos factores


ejemplo de un trastorno es la esquizofrenia 

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